Entre toda la cantidad de productos nuevos que nos rodean, actualizaciones, cambios de modelo, versiones de software, etc. Queríamos intentar analizar las diferentes fases por las que pasan los productos de Apple a lo largo de todo un año. No nombraremos ningún producto en especifico, tampoco analizaremos un producto en concreto, ya que trataremos de generalizar de manera inteligentes estas etapas que atraviesan los productos de Apple.

iWatch de Apple

iWatch, el reloj inteligente de Apple

Todos los productos de Apple siguen casi que los mismos patrones de uso y fabricación desde el momento en que se piensan, hasta el momento en que se venden, se prueban, se utilizan, se aburren y se expulsan. Entonces es sabio analizar si estos patrones o fases ejemplifican correctamente el tiempo de vida de un producto a lo largo de este primer año.

Como muchos deben saber la vida de cualquier objeto que se pone a la venta, más si se trata de un componente electrónico, suele ser, por lo general de uno o dos años, hasta que un nuevo modelo, al que normalmente se le suma un 1 (o añade una S) a la cifra que lo representa, aparece en el mercado. Pues bien, comencemos el viaje anual de este producto justo en el momento en el que su predecesor ha sido presentado a bombo y platillo.

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Nos centraremos en un primer momento de este viaje en los primeros rumores de cómo será el producto futuro. Aquí aparecerán los primeros bocetos infográficos salidos del laboratorio mental de algún friki, con formas voluptuosas y rompedoras y curvas imposibles a las que su autor, normalmente, terminará nombrando «prototipo x+1», esto ya se ha convertido casi que en una ley.

Por lo general este boceto irá acompañado de nuevas funcionalidades nunca antes vistas, como levitación magnética o capacidades telepáticas o flexibilidad gimnástica, entre otras. Decir que la aparición de estos bosquejos preproducto se suceden a lo largo del año y sólo cesan cuando las primeras filtraciones reales de cómo será el nuevo modelo aparecen y entonces acaban con toda la fantasía para entrar en detalle de verdaderamente como será el producto (nunca llega a ser todo lo que los ilusionistas imaginan).

Es en este momento preciso en el que aparecen dos movimientos sociales a la par y con la misma fuerza que permanecerán vigentes el resto del año, que no son otros más que los Positivos que apoyan el producto, y los Críticos que solo se encargan de mirar lo malo que tiene el producto y lo bueno que le falta por tener.

Gente viendo presentación de Steve Jobs

Con la llegada de un nuevo producto de Apple siempre aparecen las críticas, ya sean negativas o positivas

Los Positivos adoptarán el diseño aparecido como si de un amoroso bebé se tratase y empezarán a ensalzar todo aquello que destaque elevándolo a la máxima expresión, como si de una obra de arte se tratase, que si sus curvas, que si la disposición de sus botones, que si la perfección de su diseño, que si mira cuanta ingeniería le aplicaron al diseño.

Hasta este punto cabe resaltar que aún no han aparecido las características técnicas, por lo que sigue habiendo un amplio espacio para las conjeturas y harware avanzado caso imaginativo.

Los Críticos por su parte empezarán su trabajo arduo y a veces certero intentando desacreditar exactamente los mismos puntos que los Positivos resaltan, intentando por su parte sacar conclusiones precipitadas de la parte estética que justifiquen críticas acervadas ya en un primer momento.

También hay un tercer grupo, los Prudentes, y ya que todo son conjeturas, les llamaremos como mejor nos parezca. Este grupo se mantiene a la expectativa hasta que la información relativa a este nuevo producto sea lo suficientemente abundante como para emitir un juicio completo y efectivo. De estos, que en realidad si aportan contenido útil a los usuarios finales, lamentablemente, hay pocos.

Llegando al punto en que el producto es presentado de cara al público. Ahora es cuando llega un momento importante y es el que alimenta las carencias que tiene el producto presentado y que formaban parte del «must have» (debe tener) que los rumores posteriores al prototipo presentado por los ilusionistas enumeraban.

Nada más al ser presentado, una nueva orda de personas empiezan a subir vídeos de cómo se saca de la caja el producto. Estos son los Desempaquetadores, que despliegan encima de una mesa, todos los componentes que se incluyen en la caja en la que se vende el producto. Este es uno de los movimientos sociales más importantes, porque es el que provoca más expectación, sobre todo en aquellos países donde aún no ha llegado el producto a las tiendas.

Por último debemos mencionar a un grupo de personas que se dedican a coger el producto y tirarlo contra el suelo o reventarlo a martillazos o meterlo dentro de una batidora industrial y hacerlo polvo nada más sacarlo de la caja. La mayoría de estos, claro está, motivados por los ingresos obtenidos por las visualizaciones de sus vídeos.

Después de todo el alboroto que genera la presentación del nuevo producto, con todo el circo mediático que le acompaña, los ánimos se van enfriando poco a poco hasta que se cierra este año vertiginoso y todo vuelve a empezar con la llegada de un nuevo producto el próximo año.

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